Flores de Bach como infalibles aliados en tu camino

Las Flores de Bach no sólo son elixires que trabajan el inconsciente, sino que también son una gran ayuda en el camino de esta existencia. Aunque ni tan siquiera te lo hayas planteado aún, siempre te favorecerá transitar ese camino bien acompañado.

El trabajo hasta ahora desarrollado con este método, no ha dejado de ser sintomático, o lo que mejor podíamos llamar alopático: "Según tu estado esta flor es la que te conviene, o esta flor es la que te aliviara esta emoción."

No es esto lo que Bach desarrolló. 

Rescatando los escritos más antiguos del antiguo Egipto, Bach desarrolló 38 remedios que corresponden a 38 personalidades o almas por las que cada uno de nosotros estamos formados. Y a lo largo del camino vital experimentamos. 

Esto quiere decir que los remedios o elixires son 38 estados por los que todos pasamos a lo largo de nuestra vida, más que estos remedios ayuden a aliviar emociones o estado mentales, podríamos decir que estos remedios ayudan en el camino de la vida, mejor dicho en el camino interior. 

Cuando nos encontramos en un estado determinado no estamos en esa flor, por ejemplo: cuando estamos impacientes, no es que necesitemos Impatiens, es que estamos en ese estado. Y para traerlo a la conciencia, para traerlo a la claridad de la mente y que no se quede en el inconsciente, estamos en ese estado y nos da la conciencia Impatiens. 

Así pues configuró un trabajo alquímico, utilizando el Sol, el Agua, la Tierra, la Luna, el Fuego y el Aire. 

En la Escuela Transpersonal de José María Sánchez formamos en esta técnica de forma holística, de manera que cualquier profesional o estudiante, pueda complementar sus técnicas de trabajo con las Flores de Bach.

Desde el punto de vista metafísico, se podría decir que los remedios florales, nos acompañan en el camino de la vida desde que nacemos hasta que morimos, con el fin de llevarnos de la mano en nuestra evolución. 

Todos venimos para aprender y vivir experiencias, y nuestra responsabilidad es aprender de ellas. Los remedios florales bien trabajados sirven de guía a ese propósito.

Partimos de la base de que Edward Bach no era tan sólo médico, también homeópata, astrólogo y alquimista, además de un grado 33 de la masonería. Este es el grado más alto que existe dentro del masonería y por lo tanto tenia grandes conocimientos de metafísica y esoterismo, entre otros. Fue el padre de los Nosodes (vacunas homeopáticas).

Bach al observar que todos venimos a vivir experiencias, algunas de polaridades limitantes y otras de polaridades evolutivas (aunque siempre son evolutivas), comprendió que al igual que había procesos que nos estallaban en nuestro mundo emocional y lo que nos tocaba experimentar a cada momento, también habría algo en esta magnifica madre Tierra que nos ayudaría a salir de las limitaciones emocionales. 

Existen muchas flores en el mercado y solo un sistema: el Bach, de el que todos los demás derivan... Sin duda un gran ser iluminado que dedicó su vida hasta al final para dejar este legado, para el beneficio de todos los seres. 

Este ser que escribe este articulo no descubre absolutamente nada nuevo, solo persiste en el adecuado trabajo de la Flores del Dr. Bach, puesto que desde otros foros se trabajan solo de forma sintomática y este método va mucho más allá. 

La Terapia Floral se trabaja desde la década de los años 30 en el siglo pasado, es a partir de los 70 cuando se produce un mayor manejo de ellas y desde entonces son muchos los terapeutas que las trabajan hasta el día de hoy, llegando a su mayor auge en los 80.

La enfermedad es, en esencia, el resultado de un conflicto entre el Alma y la Mente. 

Ningún esfuerzo dirigido únicamente al cuerpo puede hacer algo más que reparar el daño superficialmente, y no existe curación en ello puesto que la causa está en el pensamiento-emoción-reacción emocional. 

El Dr. Bach fue el precursor del concepto salud holística : “La salud es nuestra herencia, nuestro derecho, es la unión perfecta y total del alma, el cuerpo y la mente” - “La enfermedad del cuerpo no es sino el resultado de la desarmonía entre el alma y la mente”.

Años después de su fallecimiento, en 1946 la Organización Mundial de la Salud (OMS), conceptualizó a la salud como "un completo estado de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad o incapacidad”.

Esta definición circunscribe a la salud dentro de un triángulo, siendo sus extremos las dimensiones físicas, mentales y sociales. Sin embargo, el concepto de salud debe tomar en cuenta al ser humano como un ser total.

Cuando se toma la flor, la información abre puertas en nuestro inconsciente, y de forma natural y fluida existe un continuo energético, potenciando nuestra virtud y comprendiendo la limitación.  

Esta información va directa hacia el alma y espíritu, como conexiones con el cosmos, con la energía primigenia; también la mente como energía mas adherida a este dimensión existencial y el cuerpo físico como lo mas burdo.

Así pues la bioenergética intrínseca en la esencia del Ser, se ve activada por estos elixires florales. 

Edward Bach (1886-1936), opinaba que las enfermedades del corazón, han de ser el centro de atención del terapeuta, que las enfermedades del cuerpo son síntomas, sabia que nuestros estados emocionales: frustración, inseguridad, cólera, melancolía, ansiedad y demás, dejan las puertas abiertas a la enfermedad.

Son ya muchos los años trabajando con ellas y tomándolas, mi primera experiencia fue cuando tenia 24 años, en ese momento mí vida era un recipiente de catástrofes físicas y emocionales, sin saber muy bien a donde dirigirme, quien era o que hacer...

Fue entonces cuando me sumergí en una espiral de procesos de ansiedad con ataques de pánico que me llevó finalmente a una depresión. 

Para aquella época me encontraba estudiando Naturopatía, le pregunté a mi profesora de Flores de Bach que podía hacer con este proceso (con el fin de terminar en fármacos). Tras un breve interrogatorio me dió Gorse (Aulaga), su potencial evolutivo es la esperanza, y cierto era que no tenia mucha en aquel momento. 

Mi sorpresa fue que a los dos días de haberla tomado, (y créeme que no te exagero cuando te digo dos días) las nubes oscuras que me llevaban acechando durante 1 año seguido se disiparon, y como imaginarás, desde entonces no las he dejado de conocer, estudiar, trabajar y ahora finalmente enseñar.

Son muchos los años que llevo trabajando las Flores de Bach con las personas que acuden a la consulta, también ya hace más de 6 años que imparto cursos de las mismas, siendo un mero catalizador del sistema floral del Dr. Bach.

En los más de veinte años de consulta, son muchos los casos que he visto con una evolución favorable al trabajar con este sistema, desde procesos de estrés, de ansiedad, de miedos, de inseguridades a depresiones. 

Con esto no quiero convertir en una panacea a este sistema, simplemente pretendo compartir el ser testigo observador de la mejoría en muchas personas a través de los conocimientos que el Dr. Bach nos dejó.