Reflexología Podal Psicoemocional

La Reflexología Podal es una terapia que, utilizando y actuando sobre determinadas zonas reflejas de los pies, nos pueden ayudar a mejorar o corregir, diferentes estados de desequilibrio psicoemocional.

Elementos y Emociones

Es una actuación más reguladora y normalizadora, que imperativa. Ya que actúa sobre el flujo energético y mecanismos fisiopatológicos que de por sí, tienen estas cualidades, dirigidos por nuestra intención y ejecución terapéutica. Dicha terapia, está basada y fundamentada en la Reflexoterapia Podal, la Ley de los 5 Elementos de la MTC (Medicina Tradicional China) y en mi experiencia personal, como pilares principales.

La Reflexología Podal nos dará la información de en qué estado está cada elemento, observándolos y palpándolos, para poder hacer una valoración de los mismos. Dándonos también la posibilidad, más tarde, de poder actuar sobre los que consideremos oportuno.

el interior de la célula es ácido y el exterior alcalino, cuando el interior se alcaliniza surge el desequilibrio de la célula. Y a eso se le llama acidificación.

Con la Ley de los 5 Elementos, tendremos una gran parte de base teórica-práctica, para poder comprender la ejecución de la terapia.

En mi experiencia personal, he podido comprobar que, como ya sabemos, cada persona es un mundo y cada situación única, por lo cual tendremos que ser consecuentes y saber adaptarnos a estas realidades. Por lo que, cabe la posibilidad, de que la teoría en ese caso no se aplica al pie de la letra. Estas situaciones las iremos percibiendo y sobrellevando a medida que nuestra práctica y comprensión, vayan adquiriendo experiencia y maestría.

Antes de entrar en detalles de relaciones me gustaría hacerles una pequeña reflexión acerca de las emociones/sentimientos.

¿Cómo calificarías las emociones como la rabia, miedo, pena, tristeza, melancolía, ira, obsesión..., cómo buenas o malas?

Si tu respuesta es “malas”, como puede ser que hayamos sido creados con todo “bueno” para crecer, disfrutar, amar, desarrollarnos, en una palabra, VIVIR en PLENITUD, y tener unas emociones/sentimientos malos.

¿No te resulta al menos paradójico?

En realidad ni son buenas ni malas, todas y cada una de ellas nos ayudan  a VIVIR PLENAMENTE esta experiencia vital, todas forman parte del AMOR que somos y que sólo experimentándolas sin dejarnos dominar, desestabilizar por ellas, más bien aceptándolas y comprendiéndolas, tendremos experiencias plenas y enriquecedoras, que nos ayudarán a crecer como Seres Humanos.

La Ley de los 5 Elementos de la Medicina Tradicional China

Los Elementos que la componen son:

  • Elemento Madera
  • Elemento Fuego
  • Elemento Tierra
  • Elemento Metal
  • Elemento Agua

Elemento Madera

La RABIA y la IRA, son sus emociones vinculadas principales.

Dichas emociones toman forma y ejercen su influencia en nosotros, cuando reprimimos expresarnos libremente, tanto verbal como conductualmente, ante situaciones de injusticia, vejaciones, abusos, insultos, etc. O lo hacemos de una forma inadecuada y/o desproporcionada, de manera brusca o mantenida en el tiempo. 

Es especialmente nociva esta conducta, si además tenemos otros desajustes mentales (neurosis, esquizofrenia, etc.) y/o psicológicos (fobias, por ejemplo).

La RABIA afecta y ejerce su influencia, sobre el Hígado. La IRA sobre la Vesícula Biliar. El Hipotálamo es la glándula que se relaciona con éste elemento.

Elemento Fuego

La ALEGRIA y la NO ACEPTACION DE SITUACIONES son sus emociones psicoemocionales principales.

La ausencia o escasez de momentos y experiencias, que produzcan y fomenten la ALEGRIA, o el exceso de ALEGRIA (euforia) mantenida, afectan al Corazón. Pero, como bien sabemos, a nuestro corazón, no sólo la falta o exceso de ALEGRÍA le ocasiona sufrimiento y dolor. La Pasión desmedida, los desengaños (sentimentales o no), la traición, etc., son experiencias que pueden llegar a ser muy desoladoras, desestabilizando al Elemento Fuego.

Las situaciones de “no aceptación”, o como se suele decir coloquialmente “con las que no comulgamos”, “no digerimos”, así como el “no separar” lo útil, necesario, positivo, de todo lo contrario, nos acabará afectando y somatizando en el Intestino Delgado, la víscera acoplada al Corazón, o sea, al Elemento Fuego.

La Hipófisis es la glándula relacionada con el Fuego.

Elemento Tierra

Aquí vemos como es la ANSIEDAD, la PRE-OCUPACIÓN, la OBSESIÓN, quienes hacen de protagonistas alterando de forma negativa nuestro estado psicoemocional. 

Como denominador común de ellas, la mayoría de las veces, vemos como EL MIEDO A SITUACIONES HIPOTETICAS EN UN FUTURO CERCANO (miedo a perder el trabajo, la salud, a tener un accidente, al fracaso en lo que hacemos) es la causa principal de aparición de la ANSIEDAD, PREOCUPACIÓN y OBSESIÓN, a la que antes hacía mención. 

La ANSIEDAD, la veremos más somatizada y que causa más trastornos en el Estómago. Mientras que, la PREOCUPACION y la OBSESIÓN, lo harán más en el Bazo (órgano acoplado en el Elemento Tierra).

También veremos como en el Estómago, se observan situaciones “que no tragamos”, que nos cuestan de digerir. Teniendo la misma problemática físicamente. Por otro lado, tenemos al Páncreas, también perteneciente a éste Elemento, al cual le afectan más las situaciones en las que la persona “no se siente querida, o no lo suficiente” y/o experiencias de vida “amargas “, no compensadas, ni aceptadas, ni asumidas.

Gónadas y Tiroides se relacionan con la Tierra.

Elemento Metal

Aquí  vemos como la ANGUSTIA, la PENA, la TRISTEZA y LOS PROBLEMAS QUE TENGAMOS EN NUESTRO “TERRITORIO”, son las emociones que hacen que éste  Elemento se desestabilice. Como hemos visto anteriormente en el Elemento Fuego, la TRISTEZA también estaba relacionada. Por lo que tenemos que matizar que tipo de TRISTEZA afecta a uno u otro Elemento.

En el Fuego, la TRISTEZA acontece por “FALTA DE ALEGRÍA”. Mientras que en el METAL, es una TRISTEZA originada por LA PENA, LA NOSTALGIA, LA MELANCOLÍA, el hecho de sentirse en soledad. Aquí la TRISTEZA  es más profunda y perjudicial. 

Por “TERRITORIO” entenderemos todo lo que consideramos que es nuestro o de nuestro dominio (casa, personas, ambientes sociales, lugar de trabajo, bienes materiales), que nos pertenece de una u otra forma. Por lo tanto cualquier injerencia o intromisión no permitida, aceptada y/o tolerada, mermará y afectará al Elemento Metal, más concretamente al Pulmón.

En él veremos siempre reflejadas LA TRISTEZA, LA PENA, LA NOSTALGIA y LA MELANCOLÍA. Mientras que en el Intestino Grueso, víscera acoplada, quedan somatizados los traumas, shocks emocionales que no hemos podido o acabado de eliminar y que siguen ejerciendo su nefasta influencia, consiente o inconscientemente.

También observaremos como “la sensación de falta o perdida de libertad”, real o imaginaria afecta al Pulmón, física y energéticamente. A la persona “le falta el aire”, “sensación de opresión en el pecho” o cierta falta de capacidad al respirar, son los síntomas físicos más evidentes. La persona se siente “limitada “, con una sensación, a veces importante, de “no poder Ser y expresarse con libertad “.  

El Hipotálamo se relaciona con éste elemento.

Elemento Agua

Por último, tenemos como expresión psicoemocional en éste elemento al MIEDO, el PÁNICO, la INSEGURIDAD, la FALTA DE VOLUNTAD y la REPERSION DE NUESTRA EMOCIONALIDAD.

Los MIEDOS tanto de cosas conocidas como no, ejercen una de las influencias  más importantes y determinantes en nosotros. Llegando a “bloquearnos”, “paralizarnos” (crisis de PÁNICO), a perder total o parcialmente el control y la capacidad de respuesta consciente y voluntaria, etc. El MIEDO siempre está detrás de la INSEGURIDAD.

Estas emociones afectan al riñón, mientras que la FALTA DE VOLUNTAD, afecta a la vejiga, su víscera. Los sufrimientos emocionales crónicos, siempre acaban afectando a la energía del AGUA. De ahí que veamos a personas (mujeres mayoritariamente, ya que su “mundo emocional “es más sensible y complejo que el del hombre), que sin tener ninguna disfunción física, estén con una “acumulación“ importante de agua, por todo o parte de su cuerpo. Cuanto más sufrimiento emocional y más represión del mismo ahí, más agua hay acumulada.

Pineal y Suprarrenales se relacionan con el Agua.

Relaciones entre los Elementos y los Órganos

Hay dos tipos básicos de relación e influencia, el llamado CICLO SHEN (o de APOYO-CREACION)  y el CICLO KO (o de CONTROL).

En donde veremos, por ejemplo, que la MADERA es la MADRE  del FUEGO (CICLO SHEN)  y a su vez, ABUELA de la TIERRA (CICLO KO).

Estos tipos de relación e influencia, pueden generar innumerables posibilidades y desajustes, que si no se reajustan y están mal aspectados, dan lugar a problemáticas psico-físicas.

Tratar los desequilibrios Psicoemocionales con la Reflexología Podal

Para empezar a familiarizarnos y comprender el porque de nuestra forma de proceder, utilizaremos la LEY MADRE-HIJO (Ciclo Shen o de Creación) y la LEY ABUELO-NIETO (ciclo Ko o de Control) de la MTC.

Pongamos un ejemplo: Estamos con una persona que está en un estado psicoemocional de TRISTEZA, MELANCOLIA y, en ocasiones, estados depresivos. Dichos estados psicoemocionales corresponden al Elemento METAL. Bien, la Ley Madre-Hijo nos dice que si esta desequilibrado el Hijo (en éste caso el Metal), tratemos a la Madre (que es la Tierra), la cual le dará fuerza y estabilidad. Por lo tanto, actuaríamos sobre las zonas reflejas de: Estomago, Bazo-Páncreas, Tiroides y Gónadas, tonificándolas.

Si la actuación la hacemos según la Ley Abuelo-Nieto (el Nieto es el Metal), trataríamos al Elemento FUEGO, que es el que estaría ejerciendo su CONTROL, sobre el METAL, relajándolo. En ésta ocasión serían las zonas reflejas de Corazón, Intestino Delgado y Adeno-Hipófisis. Cuando empleamos la LEY MADRE-HIJO, el desequilibrio suele ser leve o moderado, de poco tiempo de evolución o bien formando parte de un proceso agudo.

Por el contrario, tener que emplear la LEY ABUELO-NIETO, conlleva una problemática más amplia y profunda, que se corresponde con los estados de cronicidad. Si existen diferentes alteraciones psicoemocionales (tristeza, ansiedad, miedo), las iremos tratando de una en una en orden inverso al que han aparecido. O sea, la última en aparecer, será la primera en tratarse, y así sucesivamente.

La frecuencia del tratamiento puede ser diaria en los casos agudos, y 2-3 veces por semana en los crónicos.     

el interior de la célula es ácido y el exterior alcalino, cuando el interior se alcaliniza surge el desequilibrio de la célula. Y a eso se le llama acidificación.

A continuación tenéis un mapa reflejo de los pies, para localizar las zonas que hay que tratar. Espero que os sea útil y podáis sacarle fruto. 

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